31/07/2024
La fundación “Olas de Cambio” que atiende a niños y niñas con neurodivergencia y sus familias, vivió una jornada única en el Centro Andrónico Luksic Abaroa (CALA), que incorporó experiencias sensoriales y adaptaciones específicas para asegurar una experiencia inclusiva y enriquecedora para los pequeños, que disfrutaron y aprendieron sobre los procesos para producir el cobre.
El recorrido por el CALA incluyó dos actividades sensoriales. La primera fue un experimento con galletas chocochip para simular la extracción de minerales. Utilizando un clavo los alumnos excavaron las galletas para extraer los chips de chocolate, replicando el proceso de minería. La segunda actividad consistió en la creación de un electroimán para demostrar la conductividad del cobre. Los niños y niñas usaron una pila, un clavo y alambre de cobre, enrollando el alambre alrededor del clavo y conectando los extremos a la pila para generar electricidad y magnetismo.
Scarlet Villarroel, voluntaria de la fundación Olas de Cambio, destacó la importancia de los guiados adaptados y contextualizados. “Llegamos a esta instancia mediante una coordinación anticipada, donde les dimos a conocer las necesidades de los niños. Así ellos pudieron realizar un recorrido muy inclusivo, dado que incorporaron experiencias sensoriales y pictogramas, ayudando a que pudieran entender de mejor manera lo que se les presentó y enriqueciendo su visita, dado que es muy satisfactorio para ellos todo lo que se relacione con los sentidos. Los niños se sintieron muy a gusto. Ya desde el año pasado que trabajamos con el CALA, generando estas instancias de recreación, que ayudan tanto a los niños como a los padres o tutores”.
Durante el recorrido, también pudieron aprender sobre la historia de la minería del cobre en la región de Coquimbo. Las guías del CALA utilizaron pictogramas para facilitar la comprensión de las instrucciones y la información presentada, asegurando que todos los niños pudieran seguir y disfrutar de la experiencia.
Después de la visita a CALA, se realizó un recorrido por el Humedal Laguna Conchalí, donde los niños y niñas disfrutaron de la naturaleza y aprendieron sobre la biodiversidad del área. Durante este recorrido, tuvieron la oportunidad de observar una variedad de animales y plantas, incluyendo aves migratorias, insectos y diversas especies de flora autóctona.
Fedora Rivera, mamá y apoderada de la Fundación Olas de Cambio, expresó cómo la experiencia abre oportunidades para que los niños se comuiquen entre ellos y con otras personas. “Es una experiencia muy bonita, se prepararon mucho para recibirnos, ya que nuestros hijos son TEA o autistas. Aporta mucho el venir aquí, porque los niños conocen otro ambiente diferente al de sus rutinas en el colegio, en terapia o en sus casas. En este caso, se abren muchas puertas, ya que ellos entablan conversaciones con otras personas, se comunican entre ellos y conocen cómo es el lugar donde vivimos, que muchas veces a pesar de estar cerca no lo visitamos en su totalidad. Ahora sabemos lo que hace y lo que aporta Minera Los Pelambres. Estamos muy agradecidos”.