09/11/2017
Los científicos han descubierto que es imposible modelar la física de nuestro universo incluso en el mayor computador del mundo. De modo que, al final, lo más probable es que todo esto no sea una simulación computacional.
La idea la postuló Andrew Zimmerman Jones (@azjauthor) en julio de 2015 en “The Nature of Reality (The physics of nothing, everything, and all the things in between)”, una de las páginas del canal cultural estadounidense PBS.
Cuando la planteó, uno de sus argumentos en contra fue: “¿por qué se interesaría alguien en hacer una simulación?”
¿Qué tal si somos solamente el sueño del Rey Rojo, como Tweedledee le decía a Alicia en “A través del espejo”? (“¡Tú eres sólo como una cosa en su sueño!”)
En el año 2003, el filósofo Nick Bostrom, de la Universidad de Oxford, hizo el primer análisis concienzudo del problema. (Bostrom mantiene un sitio donde se debate el tema: ¿Estamos viviendo en una simulación computacional?)
En general, los científicos toman el tema con alegría.
En el año 2012, los físicos Silas R. Beane, Zohreh Davoudi y Martin J. Savage realizaron un análisis físico más riguroso en “Limitaciones del universo como una simulación numérica”. Concluyeron que, en principio, siempre subsiste la posibilidad de que, como en “The Matrix”, los simulados descubran a los simuladores. (Si estuviéramos en una simulación, alguien estaría a cargo de ella.)
En todo caso, descubrieron algunos problemas con los rayos cósmicos. “Podría haber algunas limitaciones en los niveles de energía de los rayos cósmicos si vivimos en una simulación.”
Otra razón por la que el argumento sería falso es que, si esto fuera un programa computacional, de seguro habría fallas (“bugs”, “glitches”), y las percibiríamos. (Habría muchos déjà vu, por ejemplo.)
El famoso Neil deGrasse Tyson, que condujo la nueva versión del programa “Cosmos”, dijo que la posibilidad de que toda nuestra existencia sea un programa en el disco duro de alguien es 50-50. “Las posibilidades son muy altas”, estimó, mientras moderaba un debate sobre el tema en el Museo de Historia Natural de Nueva York. Lo informó la revista “Scientific American” en abril de 2016: “Si usted, yo y cualquier persona fuéramos en realidad personajes de un juego computacional gigantesco, no necesariamente lo sabríamos.”
Neil observó que existe una brecha entre la inteligencia de los humanos y la de los chimpancés, “a pesar de que compartimos más del 98% de nuestro ADN. En alguna parte allá afuera podría haber un ser cuya inteligencia es muy superior a la nuestra. En su presencia, seríamos unos idiotas. Si eso es lo que ocurre, me resulta fácil imaginar que todo en nuestras vidas es sólo una creación de alguna otra entidad para su diversión”.
La alusión recuerda a Heráclito, quien decía que la relación entre los hombres y los dioses es similar a la que existe entre los animales y los hombres. (Los hombres son a los Dioses como los animales a los hombres.)
Pero, todos tranquilos: hay que pagar el arriendo a fin de mes, los gastos comunes, la tarjeta de crédito… Hasta ahora, esto es real. Así lo descubrieron los físicos teóricos Zohar Ringel y Dmitry Kovrizhin de la Universidad de Oxford y de la Universidad Hebrea en Israel, aplicando simulaciones Monte Carlo (un sistema para generar probabilidades). El problema que ellos descubrieron es más bien prosaico: los computadores clásicos no son capaces de una simulación tan compleja; se necesitaría un computador cuántico. (“Descubrieron que los sistemas clásicos no pueden crear la matemática necesaria para describir sistemas cuánticos.”)
Cuando PBS publicó la noticia en Facebook, John Hughes comentó: “Eso es exactamente lo que diría una simulación computacional.”