12/02/2021
Ya van 207 hectáreas de vegetación plantadas por Minera Los Pelambres en el Choapa
EN OCTUBRE PASADO, Minera Los Pelambres dio a conocer que había culminado un extenso proceso de enriquecimiento de especies nativas en el Fundo Monte Aranda (comuna de Los Vilos), una de las siete áreas administradas por la empresa desde 2007 con el fin de proteger y conservar los ecosistemas del Choapa.
Se trata de más de 367 mil ejemplares de 28 especies (entre herbáceas, arbustos y árboles), que se plantaron en este sector.
“Son especies nativas que se producen en viveros, mediante un sistema in vitro, o bien a través de la reproducción de semillas que alguna vez poblaron esta zona”, afirmó Alejandra Medina, gerente de Asuntos Públicos de Minera Los Pelambres. “Le estamos devolviendo vida a la tierra, y generando un verdadero pulmón verde para el valle”.
En total, se incluyeron 207 hectáreas de tres tipos de hábitat:
Algunos de los ejemplares utilizados son los algarrobos, los guayacanes, las orquídeas y los quillayes. Ellos se suman a las más de 240 mil especies que han sido plantadas en los sectores de El Mauro, El Romero, La Aguada, Tipay y El Mollar. En total, se alcanza un área de enriquecimiento y reforestación de 1.500 hectáreas.
“Ya entregamos el informe de cierre y estamos a la espera de que la autoridad evalúe el proceso”, comentó Carlos Tamayo, gerente de Medio Ambiente de Minera Los Pelambres. “Hemos hecho un trabajo arduo durante más de tres años para que estas zonas sean un aporte y agreguen valor a la protección de los ecosistemas de la región”.
PROBLEMAS COMPLEJOS, SOLUCIONES CREATIVAS
Era un desafío complejo. En el entorno de Minera Los Pelambres, se plantearon el desafío de reforestar 700 hectáreas de bosques con especies nativas, junto con enriquecer el Fundo Monte Aranda con 340 mil orquídeas y otras especies.
No se trataba únicamente de reforestar con árboles y arbustos —como el guayacán, el litre, el quillay, el maitén o el peumo—, sino que, además, de hacerlo con semillas y plantas que provinieran de individuos que ya vivieran en la misma zona.
Solamente era posible poner ese quillay que se da allí, en los alrededores de Illapel, Salamanca o Los Vilos.
Se trataba de un reto mayor: era necesario cumplir con los plazos comprometidos y no era una alternativa esperar los tiempos de la selección natural.
Frente a problemas complejos, la única solución fue la ciencia y la innovación.
La producción de plantas para ejecutar el enriquecimiento de especies se realizó a través de la recolección de semillas y estacas (fragmentos de tallo), como principales medios de propagación. También se utilizaron técnicas in vitro, específicamente para las especies de guayacán, adesmia y orquídea, como una forma de asegurar el éxito de producción.
El proceso de plantación consideró la preparación del sitio, la instalación del sistema de riego, la habilitación de “casillas” (el terreno donde se establece la planta), los cercos de protección y la implementación de cortafuegos. La mantención contempla acciones para asegurar la supervivencia de las especies, lo que se complementa con el control de plagas y el censo de los individuos.
El cumplimiento del compromiso ambiental también es significativo para los trabajadores del equipo de reforestación de Minera Los Pelambres. “Ya se pueden ver los bosques, que han crecido desde que se plantaron hace varios años. Ahora son bosques bien formados y muy grandes; de hecho, las áreas libres que quedan en Monte Aranda son muy pocas y todo eso son cambios visibles, notorios, más para una que es de la zona”, aseguró Yesenia Tapia, jefa de terreno de Minera Los Pelambres en las labores de Monte Aranda.
NO ES UN CASO ÚNICO
Esta labor de reforestación no es una acción aislada. Desde fines de los años 90, Minera Los Pelambres impulsa un programa para la protección de los ecosistemas. La gestión ha permitido rescatar y conservar más de 27 mil hectáreas del territorio del Choapa que tiene un alto valor ambiental y social; entre ellos, cuatro lugares declarados Santuarios de la Naturaleza y un importante humedal, la Laguna de Conchalí (al norte de Los Vilos). Este último trabajo implicó retirar toneladas de basura, mantener el espejo de agua y habilitar una zona específica para la visita de turistas. “Estamos trabajando por la protección de este lugar; hacemos monitoreo de flora y fauna, control de especies exóticas e invasoras, y también tenemos un desafío que es implementar un Centro de Visitantes para que la comunidad conozca y aproveche este sitio prioritario de conservación”, señaló Marcela Poulain, jefa de gestión de riesgos regulatorios de Minera Los Pelambres.
Minera Los Pelambres protege también otras cuatro áreas que poseen un alto valor ecológico: