• Bill Gates, Elon Musk y el Parlamento Europeo se sintieron en la necesidad de pronunciarse sobre el avance del momento.

¡HA ESTADO TAN ENTRETENIDA LA CONVERSACIÓN en torno a las posibilidades, virtudes, bondades, peligros de la Inteligencia Artificial (IA)! 

La sucesión de pronunciamientos comenzó el martes 21 de marzo cuando Bill Gates publicó una extensa carta llamada “La era de la IA ha comenzado”. Generative AI, que facilita información sobre IA, destacó que Gates había señalado que la IA era tan revolucionaria (en el campo de la tecnología) como el chip, el PC, la Internet y el celular. “Sí, de la misma persona que afirmó que la Internet era una moda pasajera”, comentó una usuaria.  

De la manera más categórica, Gates afirma que la IA es la segunda demostración tecnológica más revolucionaria desde la interfaz gráfica para el usuario (GUI), que conoció en 1980 gracias a un funcionario de Xerox.

“Cualquier nueva tecnología tan perturbadora provoca inquietud, y eso es lo que ocurre con la IA”, señaló Gates. “Plantea cuestiones difíciles sobre la fuerza laboral, el sistema legal, la vida privada, los sesgos, y mucho más. De hecho, las IA también cometen errores y experimentan alucinaciones”.

Daniel Atik, consultor en tecnología, reflexiona: “Interesante la opinión de Bill Gates sobre los siguientes pasos de la IA. Siete páginas concisas con su visión sobre lo que se viene”. No son concisas: ¡son más de diez páginas tamaño carta! Javier Sepúlveda Hales, CEO de ebooks Patagonia, consideró “optimista” el ensayo de Gates. La verdad es que es ingenuo y profundamente nerd (cf. “los Gobiernos y la filantropía deberían crear incentivos para que las empresas compartan los conocimientos generados por la IA sobre los cultivos o el ganado que crían los habitantes de los países pobres”).

UNA VIGILANCIA MASIVA

Realmente breve fue el documento que publicó dos días después el Parlamento Europeo sobre IA. Son apenas dos párrafos (y una enorme cantidad de enlaces).

• Reconocen que muchos científicos y políticos están pidiendo “que se establezca un marco jurídico y ético para evitar los posibles efectos perjudiciales” de estas tecnologías.
• Existe una preocupación por garantizar “la seguridad y los derechos fundamentales”.
• Concluye: “la IA tiene un enorme potencial para impulsar la productividad del capital y del trabajo, la innovación, el crecimiento y la creación de empleo. Sin embargo, su desarrollo también podría allanar el camino para una potencial vigilancia masiva y otros impactos perjudiciales sobre los derechos y valores fundamentales”.

¡PAREN, POR FAVOR!

A la semana siguiente, centenares de líderes encabezados por el ubicuo Elon Musk (dueño de Twitter, Tesla, SpaceX), Steve Wozniak (cofundador de Apple) y el historiador Yuval Harari publicaron una carta abierta pidiendo una pausa de seis meses en los experimentos con “sistemas de IA más poderosos que GPT-4”. La carta lleva más de 18 mil firmas de adhesión.

Plantean las siguientes preguntas:

• ¿Deberíamos dejar que las máquinas inunden nuestros canales de información con propaganda y falsedades?
• ¿Deberíamos automatizar todos los trabajos, incluidos los más gratificantes?
• ¿Deberíamos desarrollar mentes no humanas que podrían a la larga superarnos en número, ser más inteligentes, dejarnos obsoletos y reemplazarnos?
• ¿Deberíamos arriesgarnos a perder el control de nuestra civilización?

Estas decisiones no se deben delegar en líderes tecnológicos no elegidos, concluyen los firmantes, asegurando que la sociedad ya ha puesto en pausa algunos avances, como la clonación humana y la eugenesia.

Nadie sabe qué va a pasar.