El proyecto significará enorme progreso para la zona comprendida entre Puerto Montt y Tierra del Fuego.

VARIOS progresos significativos ha tenido la iniciativa Fibra Óptica Austral (FOA), que conectará Puerto Montt con Puerto Williams. Contempla una inversión estatal que supera los 52.000 millones de pesos (78,5 millones de dólares). Consta de una fase marina y una terrestre; en conjunto, transformarán a la zona en el punto más austral del mundo con infraestructura digital de primer nivel.

La primera etapa considera la instalación de casi 3 mil kilómetros de cableado submarino entre las regiones de Los Lagos y de Magallanes, y ya la están realizando la empresa nacional Comunicación y Telefonía Rural (CTR) y la china Huawei Marine, con el apoyo del buque francés “René Descartes”, especializado en el despliegue de cables submarinos (es un “navire cablier”).

A fines de marzo, el navío abrió sus puertas a una delegación de académicos e investigadores de universidades nacionales, representantes técnicos y de comercio. Osvaldo Campos, jefe de Servicios y Operaciones de la Dirección de Servicios de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (DSTI) de la Universidad de Chile, participó de la visita, y comentó en Puerto Montt: “Este proyecto es único en este formato, con esa cantidad de kilómetros y que enfrente el tipo de condiciones de la zona. La fibra va a tener una capacidad de transmitir 16 terabits por segundo (o sea, transmitirá 16 mil gigabits por segundo). Hoy el tráfico completo de Chile es de 2 terabits; donde la mitad es para uso domiciliario y el resto es para otras instituciones como empresas, Gobierno, etc. Es decir, solamente desde Puerto Montt al sur, la FOA permitirá contar con ocho veces más capacidad que la que actualmente utiliza todo el país”.

Hasta ahora, la conectividad entre Osorno y Puerto Williams se realizaba gracias a un convenio con Argentina, que entrega una capacidad de 50 gigabits por segundo, los que se reparten entre uso domiciliario, para investigación y empresas.

Estratégicamente, era una desventaja tener ese tipo de comunicación a través de un país vecino y no contar con una fibra óptica nacional, comentó Osvaldo Campos. Pero, considerando la compleja geografía de Chile en la zona y las condiciones climáticas, era muy complicado y caro implementar este cableado de fibra óptica submarina. “Fue necesario hacer un gran proyecto, se trabajó mucho con el Gobierno anterior y, finalmente, se pudo abrir una licitación para hacerlo posible”.

CRUCE DEL ESTRECHO

Otro hito consiguió en junio pasado la empresa regional Conductividad Austral: completó el tendido submarino de fibra óptica a lo largo de más de 33 kilómetros que separan el Estrecho de Magallanes por su parte más ancha. Esto es en el sector que va desde Bahía Felipe (en Tierra del Fuego) hasta la Estancia Santa María (en el continente).

“Este paso representó un gran logro de nuestro personal técnico y profesional. Fue necesario superar muchos obstáculos naturales, como el viento y las fuertes corrientes imperantes en la zona. Todo esto fue superado gracias al espíritu de sacrificio de todo el personal”, señaló Juan Leiva, gerente de Conductividad Austral. Este complejo proceso de instalación fue realizado por empresas y técnicos nacionales y regionales, con el apoyo logístico de la Armada.