13/12/2019
SE CIERRA la COP25, y por los pasillos las personas circulan con maletas listas para abandonar Madrid.
Las últimas reuniones para conseguir acuerdos son frenéticas. El jueves 12 de diciembre, la ministra española en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló que las discusiones se centran en la disparidad de posturas de los delegados sobre el ritmo de su ambición climática.
Nadie discute que hay que hacer algo. El tema es cuándo lo hacemos. Hasta cuándo esperamos.
Si hay palabras que se han repetido en estos doce días de Cumbre del Clima —señaló la agencia EFE—, estas son las de “elevar la ambición”, a pesar de que estos términos no se discutían en las negociaciones.
“En el último día de la COP25, hago un llamamiento a los países para que envíen un mensaje de ambición al mundo” publicó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en Twitter: “alinear sus objetivos climáticos con los de la ciencia, y que se comprometan a fortalecer la acción por el clima”.
El objetivo es que la temperatura no supere los 1,5 grados a final del siglo.
La organización conservacionista WWF presentó el miércoles 11 de diciembre el informe “Clima, naturaleza y un futuro con 1,5° C: Una síntesis de los informes del IPCC e IPBES”, que reafirma a la naturaleza como parte de la solución para la crisis climática que enfrentamos.
(El IPCC es el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. IPBES es la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos.)
El reporte de WWF destaca también la necesidad de que los países trabajen de manera conjunta con las ciudades y el sector privado para lograr una transición justa y enfrentar de manera eficaz las presiones crecientes en un mundo cuya temperatura aumenta progresivamente. Advierte que alcanzar el objetivo de que la temperatura global se mantenga por debajo de 1,5° C requerirá un liderazgo más fuerte y acciones inmediatas que logren el cumplimiento de las metas del Acuerdo de París.
“Una amplia descarbonización y las soluciones basadas en la naturaleza deben ser parte de los planes climáticos de cada país”. explicó WWF en un comunicado de prensa.
El WWF propone reconocer el valor de las soluciones basadas en la naturaleza. Algunas de ellas son: mejorar la gestión ganadera, terminar con la deforestación (el 40% de la deforestación se debe a la agricultura a gran escala); la gestión sostenible de bosques y pastizales, la restauración de bosques y ecosistemas; la reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos (el 30% de los alimentos producidos en el mundo se desperdician y causan entre el 8% y el 10% de las emisiones).
Hacen notar que solo el 13% de los océanos está libre de actividades humanas; la industria pesquera está presente en más de la mitad de los océanos.
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