10/05/2024
Curiosamente, ambos temas están relacionados: pese al consenso científico en torno a la existencia del cambio climático —y que deriva de la actividad humana—, siguen circulando mensajes que lo ponen en duda (y siguen existiendo personas que los creen). Ahí funcionan las fake news.
Una preocupación relacionada con la desinformación es que se está usando la Inteligencia Artificial (IA) para inundar los sistemas de información mundiales con narrativas falsas. En los próximos dos años, según el informe del Foro Económico Mundial, “tanto los actores extranjeros como los nacionales aprovecharán las informaciones erróneas ( misinformation) y la desinformación (disinformation) para aumentar las divisiones sociales y políticas”.
La información se ha transformado en un recurso clave; un recurso que está cambiando. “Cuando empecé a trabajar en Washington D.C., a principios de los 90, todo el mundo hacía lo mismo”, confesó hace poco Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, en una conversación sobre este tema con el senador Mitt Romney: “Te levantabas, abrías la puerta de tu casa y cogías un ejemplar impreso de The New York Times, The Washington Post o The Wall Street Journal. A las 7 de la tarde, encendías el televisor y veías las noticias de las cadenas nacionales. Ahora, recibimos una andanada intravenosa de información con nuevos impulsos cada milisegundo. Y la forma en que esto se lleva a cabo en las redes sociales domina la narrativa”.
Blinken se refería a las dificultades que enfrenta para conseguir una acogida favorable a los puntos de vista de su Gobierno en el conflicto de Gaza.
El negocio de las fake news fue tema en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que la Unesco celebró en Santiago la semana pasada.
“Cuando creamos la Comisión Asesora Contra la Desinformación, dijimos que las noticias falsas eran un fenómeno global que estaba amenazando a las democracias, porque cuando en redes sociales se exacerba la desinformación, termina siendo un atentado contra la libertad de expresión, contra la libertad de prensa y contra el derecho a la información”, planteó en esa oportunidad la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo.
Algunas recomendaciones de la BBC para evitar tragarse las noticias falsas:
Piensa: No creas la noticia ni compartas el texto de inmediato.
Desconfía: Las noticias inventadas se hacen para causar sorpresa.
Investiga: Cuando una noticia es cierta, es más probable que cite fuentes, que incluya enlaces y que cite documentos oficiales.
Existe una variedad de recursos para educar a la gente sobre la desinformación. El asunto es si la gente quiere ser educada.